Cada semana encuentro al menos una historia de alguien que dejó un puesto “estable” en una empresa para emprender por su cuenta. Son personas con perfiles completamente diferentes, motivaciones diversas, momentos vitales distintos pero todas tienen un punto en común: buscan algo más en la vida.
Si te lanzas a la piscina con un propio negocio sabes que tu vida tomará un rumbo muy diferente. Tus tareas crecen, tu mitad personal y profesional se aúnan, tu nuevo modelo de trabajo implica directamente a tu familia, sacrificas algunas cosas en beneficio de otras… Es como hacer reencajar las piezas de un puzle que la rutina anterior tenía casi fijadas con pegamento.
Ahora las piezas incluso cambian de forma y hay que estar en constante “alerta” para recolocarlas y que la imagen siga siendo completa, sin huecos.
Todas las historias profesionales son distintas, pero todas tendrían que tener un punto común: apostar por dedicarte a lo que te deja estar vivo, ya sea por cuenta propia o por cuenta ajena.
El éxito en el dúo mejora-motivación estaría asegurado. La actividad que te transmite algo, es la que te motiva y te saca lo mejor.
Ganarnos la vida haciendo lo que mejor sabemos nos enriquece a nosotros mismos pero también al mundo.
Un tópico. Sí. Pero no por eso lo voy a dejar atrás. El mundo será un lugar mejor si cada uno se dedica a lo que le hace vibrar. Habrá menos recursos desperdiciados, menos perfiles profesionales desgastados y, lo más importante, menos vidas grises. Que sí.
Si te dijeran que el mundo será mejor si tú estás profesionalmente en tu talento, tu pasión y tu motivación, ¿qué harías?
Te respondo yo. Construir tu marca personal y salir de tu vida gris. En mi newsletter te hablo de marca personal y de ideas que te ayudan a construirla. Eso no lo encuentras por aquí. Día que no estás en la lista, día que no recibes mi mail.