“Ahora las audiencias están mucho más segmentadas, atraer y captar es el reto. Hay que tener algo interesante que contar.” Toni Segarra
Si no lo conoces, Toni Segarra es uno de los mejores publicistas de nuestro país. Un tío que se ha quedado medio calvo de tanto idear. Ha sido recientemente investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Nebrija. En su discurso de investidura, entre muchas otras, pronunció estas palabras:
“La publicidad es un recordatorio mínimo, intrascendente, de que la vida es un milagro maravilloso, que vale la pena, y de que la gente, a veces, es feliz.”
Dice publicidad, habla de marcas. Yo me identifico un montón con esa reflexión. Como brander siento muy de cerca ese flirteo con la felicidad que experimentan las personas que vibran a través de su marca.
Y es que es muy frecuente entre los creativos relacionados con gestión de marcas, que te ronde el sentimiento de culpa por tener un trabajo divertido e impulsor de riqueza. Sí, porque lo que hacemos es favorecer las ventas y generar las oportunidades de ganar dinero. Y esto, se mire como se mire, no es pecaminoso ni ilegal, que el dinero no da la felicidad, pero ayuda bastante ¿sí o no?
No hace falta tener un negocio para tener un trabajo con el que ganarte bien la vida, pero dos cosas:
· Si tienes un negocio y no trabajas tu marca o te sacan del mercado de una patada o no te conoce ni Rita.
· Si trabajas por cuenta ajena y tienes alguna opción de promocionar, ya sea fuera o dentro de tu empresa, o tienes una marca personal potente o subir un escalón profesional te cuesta lo que a Edurne Pasaban sus tres intentos para coronar el Dhaulagiri.
Hay gente que no confía en que el futuro pueda ser mejor que el presente. Los profesionales de marca, sí. Somos potenciadores de vida y para eso usamos nuestro talento.
Yo, personalmente, para ponerlo a tu servicio y que puedas explotar el tuyo, empezando por descubrir eso interesante que tienes que contar.
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